Morelos, 23 de marzo. – Una enfermera de 32 años que trabajaba el interior de una clínica privada de cirugía plástica privada en Cuernavaca, falleció al practicarse una auto-liposucción, mientras que el cirujano plástico se encontraba fuera de la ciudad. Se inyectó dos ampolletas de un anestésico que le provocó en un paro cardíaco, ya que no se hizo estudios previos, no lo realizó con un especialista y en un quirófano.
El doctor Rolando Samper propietario de la clínica confirmó que se registró la movilización policial y de cuerpos de rescate hacia su establecimiento que no cuenta con quirófano, mientras él se encuentra en un Congreso de la ACMPER en Guadalajara, después de que la enfermera que era su trabajadora desde hace siete años, se realizará dicha práctica sin su autorización y “abusando de su confianza”.
A través de un video, el cirujano reconocido en Morelos, detalló que él le advirtió a la enfermera que la liposucción no era viable para su estado de salud, que ella antes tenía que bajar de peso, hacerse estudios y ver la viabilidad por una lipectomía, aun así, la joven de nombre Karina, se le hizo fácil inyectarse el anestésico -dentro de la clínica- que le provocó un paro respiratorio y la muerte.
La Fiscalía General del Estado se encargará de investigar el caso e informar los resultados de las mismas y así evitar que la clínica sea clausurada, pues la enfermera se aprovechó de que el cirujano no estaba en Cuernavaca y que ya no había personal laborando, para inyectarse la lidocaina.
No es la primera vez, que el doctor despide a personal que labora con él, por este tipo de prácticas, declaró, pues se aprenden los procedimientos y se les hace fácil tomar los medicamentos y aplicárselos, sin tener el conocimiento médico. Por lo que insistió que serán las autoridades quienes aclaren el caso que causó revuelo en la capital morelense.